Siempre he dicho que para mí la maternidad suma, en todos los sentidos, que
aporta muchísimas cosas positivas y si tuviese que enumerarlas todas este post
sería eterno.
He escrito mil veces en mis redes y aquí en el blog, que merece la pena
embarcarse en la aventura de la maternidad, como os conté en “13 razones porlos que merece la pena ser madre” pero hoy quiero enseñaros esa otra cara, eso
a lo que renuncias cuando eres madre, o mejor dicho, hablando con propiedad,
aquello que pierdes en el mismo instante en el que tienes a tu bebé en brazos
por primera vez.
1. Libertad. Libertad
para hacer lo que quieras en cada instante. Para salir o entrar de casa a
cualquier hora del día, para irte a tomar algo con tus compañeros a la salida
del trabajo un jueves cualquiera, para irte al cine la noche que te apetezca
sin previa organización logística una semana antes...
2. Horas de sueño. Se
acabó eso de dormir 7 u 8 horas del tirón toda la noche y por supuesto ni hablar de esos
sábados o domingos que remoloneabas en la cama hasta las 12 o la 1 de la mañana
o a veces incluso hasta la hora de comer. Es verdad, que hay algunos niños que
son muy buenos y duermen toda la noche completa desde muy pequeños. Manzanita
por ejemplo siempre ha sido así, pero eso sí madrugadora como ella sola. No
sabe estar en la cama más allá de las 8 de o 9 de la mañana. Al Melocotón sin embargo siempre le ha
gustado más dormir las mañanas, incluso a veces se ha despertado a las 11, pero
sin embargo siempre se despertado para tomar teta hasta los 2 y pico y luego
para beber agua y hacer pis. En definitiva que al final por una cosa u otra
terminas restando horas de sueño.
3. Tiempo para la pareja.
Cuando nos convertimos en padres dejas de lado tu relación de pareja y te centras
en el bebé. Obviamente hay casos más llamativos y otros en los que esto no se
produce de forma tan escandalosa, no obstante soy de la opinión de que en todas las
parejas en menor o mayor medida sucede esto. Precisamente sobre este tema os
hablé en dos post este mismo año “8 errores que acaban con la relación de pareja después de tener hijos” y “7 claves para que la relación de pareja sobreviva a los hijos”.
4. Momentos de soledad o
intimidad en casa. Cuando eres madre es prácticamente imposible estar sola en
algún momento del día, hasta ir al cuarto de baño se convierte en un momento
carente de intimidad, donde puede aparecer o mejor dicho casi siempre aparece
un hijo/a.
5. Tiempo para ti. Tiempo
para cuidarte, para leer, para ver una peli tirada en el sofá, para ir de
compras un día entero sin pensarlo, para pasarte el día metida en el sofá
haciendo maratón de series... Por ejemplo si antes dedicabas 1
hora a cuidarte, cremas, etc... ahora lo reduces a 10 minutos para ganar 50
minutos más con tu hijo/a. En mi caso yo siempre he sido muy de ponerme cremas,
pintarme uñas... antes me ponía una crema específica para cada parte del
cuerpo, ahora me pongo la misma en todo el cuerpo y a veces ni eso. Las uñas me
las pinto una vez a la semana como mucho y cuando se quita una o se estropean
me las quito todas y sin uñas pintadas, algo impensable en mi yo no madre.
6. En el caso de que seas
madre biológica que vives el proceso del embarazo (cosa que no implica que seas
más madre, porque la madre es la que cría, educa, ama, cuida... y no necesariamente
la que pare) Tu talla y figura pre-madre. Que sí que las hay que vuelven a
estar perfectas, pero ya os digo yo que algo ligeramente les debe cambiar. En
mi caso me ha cambiado y mucho, atrás quedo mi talla 34-36. Tengo más culo,
caderas y piernas y menos tetas que antes de mi bimaternidad, y es que como os
dije en "Mis verdades verdaderas" para mi cada embarazo ha implicado una talla
más de pantalón y una menos de sujetador.
7. Amistades. A ver me
explico, con esto no quiero decir que tengas hijos y tus amigos se vayan
corriendo despavoridos golpeándose unos con otros para adelantarse y perderte
de vista cuanto antes, no no me refiero a esto. Me refiero a que al final otra
de las cosas que restas es tiempo para quedadas con amigos, pues cuando los hijos
son pequeños, porque son muy pequeños y cuando vas a quedar están malitos o tal
o pascual y cuando son más mayores porque tienes una agenda repleta de
cumpleaños infantiles, partidos de fútbol o simplemente planes con niños a los
que no todo el mundo se suma. Al final esto hace que vayas restando tiempo con
tus amigos y esa relación de amistad casi diaria, de cafés la tarde de los
viernes, cenitas, aperitivos todos los fines de semana... se restringe a una
quedada al mes. Incluso conozco casos de chicas que al convertirse en mamás sus
amigas sin hijos, le empiezan a hacer el vacío... a mí por suerte esto no me ha
pasado, pero si tengo que reconocer que la calidad de amistad que había antes de ellos
se ve mermada, pues no les puedes dedicar tanto tiempo como hacías antes.
¿Estáis de acuerdo conmigo? ¿Vosotros habéis perdido algo al convertiros en madre? ¿Alguna cosa extra mis 7? ¡Estoy deseando ver vuestros comentarios!