Hoy es traigo una receta muy fácil de magdalenas de cacao, perfectas para hacer con niños. Con esta sencilla receta además de disfrutar de unas deliciosas magdalenas pasaréis un divertido rato preparándolas con los peques.
Ya sabéis, los que habéis leído el apartado de "Sobre mí" que no soy nada cocinillas, pero sí una muy buena comensal y si se trata de algo dulce ya enloquezco, el dulce es mi debilidad.
Así que si unimos mi adicción al dulce con el interés de mis frutitos por experimentar en la cocina no se me ocurrió mejor idea que tirar de repostería fácil y rica.
Recordaba levemente la receta de magdalenas que hacía mi madre cuando éramos niños, pero Manzanita estaba empeñada en preparar magdalenas de chocolate y el Melocotón quería que tuviesen nueces, así que cogí la tradicional receta de magdalenas de la abuela e innovamos un poco.
El resultado ha sido muchísimo mejor de lo que me esperaba, pues siempre he escuchado que en la repostería tiene que marcarse todo al dedillo y que no se puede quitar o añadir al libre albedrío y nosotros hemos customizado un poquito la receta de la abuela. Es cierto que previamente llamé a mi santa madre para que me orientase un poco sobre la cantidad de cacao y nueces que debía ponerle a su receta de magdalenas para no cargárnosla en exceso.
La buena abuela me dijo que nunca le había puesto estos dos ingredientes, pero que echándole 50 gramos de cada cosa quedaría bien. También me dijo que debería usar cacao soluble puro y el nuestro no era puro, pero el resultado ha sido muy bueno. Es cierto que si se usa cacao puro tanto el sabor como el color sería más intensos. Pero ahí lo dejo, al gusto de los reposteros.
Ingredientes:
- 300 gramos de harina.
- 200 gramos de azúcar.
- 200 ml de aceite.
- 250 ml de leche.
- 3 huevos.
- 1 sobre de levadura royal.
- 50 gramos de cacao.
- 50 gramos de nueces.
Recuerdo que mi madre iba echando los ingredientes de uno a uno y mezclándolos poco a poco. Sin embargo nosotros lo hemos hecho a nuestra manera.
Los frutitos me ayudaron a preparar todos los ingredientes y luego los echaron todos en el bol a la vez. Una vez que ya teníamos todos los ingredientes en el recipiente los pasé bien con la batidora.
Cuando ya estaba todo perfectamente mezclado, tapamos el bol de la masa con film transparente y lo metimos en la nevera durante media hora.
Pasado ese tiempo lo sacamos y Manzanita se encargó de rellenar los moldes con la masa. Recordad que no se deben llenar hasta arriba, pues luego sube y se puede salir. Lo ideal es llenarlos un poco más de la mitad.
Por último las metimos en el horno, precalentado a 200ºC, en la bandeja del centro con la resistencia de arriba y de abajo encendidas y las horneamos durante 20 minutos.
20 minutos en los que mis frutitos no dejaron de vigilar el horno, para ver si todo iba bien ahí dentro y no sucedía nada extraño.
Espero que probéis la receta y disfrutéis de estas fruti-magdalenas.