Una de las cosas que peor llevo en el embarazo es el tema alimentos prohibidos. Porque como bien sabéis ahora a las embarazadas nos prohíben comer una serie de alimentos debido a dos infecciones alimentarias que pueden tener una grave repercusión en el feto, la Toxoplasmosis y la Listeriosis.
En mi primer embarazo, allá por 2010, me prohibieron comer carnes y pescados crudos o poco cocinados y embutidos. Esto último fue lo que más me costó, pues soy una adicta total a los embutidos. No conozco a nadie más feliz que yo comiendo un buen bocadillo de caña de lomo, jamón o salchichón ibérico. ¡Me pierden! Recuerdo que coincidí embarazo con una amiga que decía que ella lo que echaba de menos era no poder tomar una copa de vino en las cenas con amigos. Yo en cambio a las bebidas alcohólicas no las echo absolutamente nada de menos, porque muy rara vez bebo alcohol.
En ese embarazo nada me dijeron de los lácteos no pasteurizados que sí me prohibieron en mi segundo embarazo, en 2013, debido a que pueden provocar listeriosis, una infección alimentaria que puede tener graves consecuencias en el embarazo. Más adelante os explico en qué consisten estas dos infecciones con más detenimiento. Me quedé alucinada con esta nueva prohibición porque solo 2 años y pico antes me había puesto fina de queso Payoyo muy típico en mi tierra, Cádiz, para compensar el hecho de que no podía comer jamoncito y caña de lomo que me encantan. El queso Payoyo es queso de cabra sin pasteurizar, así que en mi segundo embarazo ni lo probé y ahora lógicamente tampoco.
El hecho de que a mi bebé no le ocurriese nada en mi primer embarazo, a pesar de que comí lácteos sin pasteurizar, porque no me dijeron nada al respecto, no exime de la posibilidad de que pueda ocurrir. Obviamente con esto se demuestra que no por el hecho de comer estos alimentos prohibidos tenga tiene que producirse la infección, pero si los comemos existe esta posibilidad y sinceramente es algo tan importante lo que se está formando en nuestro interior que merece la pena mantenerte alejada de los alimentos prohibidos durante estos 9 meses.
Es muy típico de las madres, abuelas y tías decir aquello de pues mirad vosotros que bien estáis y comíamos de todo. Sí, es verdad, porque puede no darse la infección pero seguro muchos niños no llegaron a ver la vida o nacieron con problemas debido a este tipo de infecciones.
Ahora os voy a hablar un poco más de las dos infecciones alimentarias que se pueden dar en el embarazo y pueden tener graves repercusiones en el feto o en la evolución del embarazo y las medidas que se han de tomar para evitarlas:
La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria ocasionada por el parásito intracelular Toxoplasma gondii. La toxoplasmosis ocasiona infecciones leves y asintomáticas en los adultos, pero esta infección en una mujer embarazada puede ser muy grave, ocasionando la toxoplasmosis congénita que puede tener graves repercusiones sobre feto, incluso la muerte.
La listeriosis es una enfermedad transmitida por alimentos causada por la listeria monocytogenes, una bacteria que se encuentra en la tierra y el agua. Puede encontrarse en una variedad de alimentos crudos, así como en alimentos procesados y hechos con leche no pasteurizada.
Los cambios hormonales durante el embarazo producen un efecto sobre el sistema inmunológico de la madre que la hacen más susceptible a la listeriosis. De hecho la mayor parte de los casos de listeriosis se dan en mujeres embarazadas.
Los síntomas de ambas infecciones pueden pasar desapercibidos pues son similares a los de la gripe, pudiéndose producir también diarrea y dolor de estómago. Se pueden dar varios días o incluso semanas después de la ingesta de dichos aimentos.
Tanto la listeriosis, como la toxoplasmosis pueden ser trasmitidas al feto a través de la placenta, aún cuando la madre no presente signos de la enfermedad. Estas infecciones pueden producir abortos espontáneos en una etapa temprana del embarazo o partos de fetos muertos una vez que el embarazo esté más avanzado. También pueden provocar partos prematuros o partos a término con graves secuelas en el niño, sobre todo neurológicas.
Para evitar estas infecciones durante el embarazo se deben tomar una serie de precauciones y no comer una serie de alimentos:
- No comer carnes o pescados crudos o poco cocinados.
- No comer embutidos sin cocinar.
- No comer lácteos sin pasteurizar. Prohibido los quesos, leche o alimentos lácteos si en el etiquetado no se indica que están hechos a base de leche pasteurizada.
- Lavar a conciencia frutas y verduras.
- Lavar los utensilios de cocina y espacios para cocinar continuamente, sobre todo después de trabajar con alimentos crudos o verduras y frutas.
- No mezclar alimentos crudos con alimentos ya cocinados.
- Lavar las manos después de manipular alimentos crudos, frutas o verduras sin lavar y después de hacer labores de jardinería.
- Extremar la precaución con los gatos si se convive con ellos, pues podrían ser foco de toxoplasmosis.
- Prestar especial atención a la fecha de caducidad de los productos precocinados, consumirlos lo antes posible y mantenerlos en el refrigerador a altas temperaturas (menores de 5 grados). Una vez que se vayan a consumir calentarlos a altas temperaturas para matar cualquier bacteria.
- De igual modo se deben recalentar a altas temperaturas las sobras de comida hasta observar el vapor para asegurarnos de matar cualquier bacteria que pueda estar presente.
- Evitar mariscos y pescados ahumados, salchichas y patés.
Aunque parezca que no podemos comer nada, no es así, podemos comer muchas cosas siempre y cuando estén bien cocinadas.
Tengo amigas que durante sus embarazos no querían ni salir a comer fuera, yo para nada. Me encanta salir a comer a restaurantes, lo disfruto muchísimo y embarazada también. Solo hay que pedir teniendo en cuenta estas cositas y bien cocinado podemos comer casi todo.
También hay algunos ginecólogos que permiten tomar embutidos si previamente han estado 48 horas en el congelador, pero yo os he de reconocer que no los he comido así, pues a pesar de que me considero muy amante de estos alimentos puedo estar 9 meses sin comerlos, pues por suerte me gustan otras mil cosas mal.
Además de evitar comer todos los alimentos que os he indicado arriba para evitar estas dos infecciones alimentarias, tampoco es recomendable tomar otros alimentos como los pescados grandes, tales como el atún o el pez espada pues contienen un alto contenido en mercurio que puede ser perjudicial para el feto.
Tampoco se recomiendan comer muchos chips y dulces que no aportan nutrientes al feto y pueden engordar a la madre y disparar la glucosa provocando diabetes gestacional. Aunque os confieso que yo este tipo de "alimentos" sí que los ingiero. El otro día me hice la curva de la glucosa, espero que no salga positiva.
Espero que os hayan servido estos consejos y que vuestro embarazo se de estupendamente.