2 métodos infalibles para no almacenar artículos de bebé que no usamos


Os tengo que confesar que esto que os voy a contar, lo hago a toro pasado, una vez que me vi rodeada de cosas de bebés que ya no utilizaba o aún peor jamás llegué a utilizar.

➤ El primer método infalible para no convertir nuestra casa en un gran almacén de cosas de bebés que no usamos es: Comprar solo y exclusivamente lo necesario (necesario de verdad).

Cuando nos quedamos embarazados por primera vez, sí yo también he sido mamá primeriza, estábamos emocionadísimos, desde casi el principio nos empapamos de blogs de paternidad/maternidad e hicimos acopio de libros y revistas sobre el tema y aunque las compras más grandes vinieron un poco después, algunas ropitas y mantitas también las fuimos cogiendo desde el primer momento.

Después de la eco de las 20 semanas, tras ver que todo estaba bien nos fuimos a una tienda enorme de todo para bebés para comprar lo necesario, pero... ¿Qué era lo necesario? Llevábamos una especie de lista (confeccionada gracias a los blogs y revistas) pero inseguros pues éramos novatos e igual nos olvidábamos de algo. 

Una vez en la tienda le comentamos a la dependienta que íbamos a ser papás por primera vez y llevábamos una lista de los artículos y marcas que queríamos comprar, pero que al ser primerizos no sabíamos si se nos escapaba algo. La chica esbozo una enorme sonrisa (la cual ahora entiendo perfectamente) y nos dijo que todo lo de la lista era muy necesario, nos sugirió cambiar alguna marca porque ese producto era más competitivo en esa otra y además nos añadió a la lista otros mil artículos que nosotros no habíamos tenido en cuenta. Él y yo, cual novatos, nos dejamos asesorar pues entendimos que quién mejor que ella para saber que nos teníamos que llevar, trabajaba en ello y la verdad tal y como nos lo explicaba todo creímos muy necesarios todos y cada uno de los productos que dejamos comprados.

Cuando nació nuestro Melocotón fue cuando nos empezamos a dar cuenta, de la cantidad de cosas "inútiles" (para nosotros, por supuesto) que habíamos comprado, y a medida que fue creciendo corroboramos el tremendo error de haberlas comprado. Por ejemplo os voy a citar algunos de los productos que compramos y a los que, en nuestro caso, no le dimos utilidad: 

- Un calienta biberones que no llegamos a sacar de la caja. Mi frutito estuvo exclusivamente con lactancia materna (y eso que al principio me costó, os lo cuento en el post "Amamantando por placer, no por obligación") durante los primeros 6 meses de vida. Luego, por las noches jamás necesitamos calentar un biberón, que es para lo que considero más útiles los calienta biberones. Los únicos biberones que tomó el Melocotón fueron los que tomaba en el espacio de la mañana desde el momento que me incorporé al trabajo, de la leche que previamente yo me sacaba. 

- Un robot de cocina para purés. Solo se los tenía que hacer para los fines de semana, y un sábado hacía una cantidad grande en una olla y los congelaba, hasta que se me acababa. Por tanto, el dichoso robot que la famosa dependienta nos vendió como algo que nos iba a salvar la vida solo sirvió para adornar la cocina durante un tiempo y corto (porque al ver que no la usaba lo volví a empaquetar).

- Un broche precioso para el chupete, y todos los demás accesorios que implican el uso del chupete. Chupete que se negó a usar desde bebé, lo escupía nada más meterlo en su boca y una vez casi se atraganta por nuestra insistencia.

- Un esterilizador. Pues al no tomar biberones y además no querer chupete, tampoco nos fue útil. Pero esto sí que lo usamos un poco: para el biberón de agua, y muy al principio los mil chupetes que compramos a ver si alguno le gustaba. Pero vamos, que si no lo hubiésemos tenido con un cazo y un poco de agua apañado.

Lo único positivo es que aprendimos la lección y cuando nació nuestra frutita, exceptuando ropa (que ahí me volví loca, por eso de ser niña tenía mucho deseo contenido, pues me había pasado 3 años relegada en todas las tiendas a 1/4 mientras que la ropa para las niñas de la misma edad, ocupaba 3/4 de la misma), no compramos nada. Los artículos que no habíamos usado con el frutito tampoco lo usamos con la Manzanita, y es más, algunas cosas que sí habíamos usado con él con ella tampoco las usamos, ya sabéis que los segundos son otra historia. Por citar alguno el esterilizador, que con ella ni lo sacamos de la caja, pues fue el mismo caso que su hermano: lactancia exclusiva hasta casi los 7 meses y tampoco chupetes, y en este caso (como comenté en el post que os mencionaba hace un momento) al ser un segundo todo es como mucho más relajado y después de la primera esterilización agua y jabón y a chutar.


➤El segundo método infalible para evitar que nuestra casa y trastera sea un almacén de artículos de bebés que ya no usamos es venderlo todo. 

Poco antes de que la Manzanita cumpliera 2 años, a finales de 2015, estábamos hablando de comprarle una bicicleta pequeña para su cumpleaños. Él me miró muy seriamente y me dijo, antes de comprar es necesario sacar, nuestra casa está llena de artículos de bebés que ya no usamos y algunos que nunca hemos usado. Entonces fue cuando empezamos a investigar la mejor opción. Hay millones de sitios donde puedes vender artículos de segunda mano, pero el target para artículos de bebés es algo muy concreto que en esas páginas se perdería, o al menos no tendría el impacto deseado. Por ello nos decantamos por El espacio del bebé un sitio de compra-venta de artículos infantiles, en exclusiva. Desde el principio todo fueron facilidades, nos dimos de alta sin ningún tipo de coste, nos dieron trucos para poner nuestro anuncio de la forma más atractiva posible y encima ellos se encargaron de venir a casa por todos los artículos. No solo recuperamos espacio, también dinero. Te dejo el link directo a todas las preguntas que te puedan surgir sobre la venta aquí (https://elespaciodelbebe.es/como-vender/preguntas-frecuentes/).


Además como es un sitio de compra-venta de artículos infantiles, al entrar para vender, estuvimos investigando un poco por la web y encontramos una bicicleta preciosa para el cumpleaños de la Manzanita. La experiencia como compradora, fue igualmente, muy gratificante y nos ahorramos bastante con respecto a lo que nos íbamos a gastar.

La pena es que cuando mis pequeños nacieron no existía aún El espacio del bebé, porque sin duda, después de conocerlo, lo habría comprado todo aquí. Tienen todos los imprescindibles, muchísimo más baratos y puedes elegir entre una gran oferta de artículos (algunos a estrenar, otros casi nuevos y siempre, siempre en buen estado). Os dejo un enlace para que veáis todos los artículos que podéis encontrar en estos momentos, por si os interesa algo (https://elespaciodelbebe.es/tienda/). 

Si tenemos un tercero, que no está en nuestros planes, tendríamos muy claro que lo compraríamos todo en este sitio, y por supuesto, en esa ocasión solo lo  imprescindibles, ¡jé!.