A por el tercero ¡Ayuda!


El frutipapá es muy niñero, siempre ha querido tener 3 hijos, a mí en cambio eso de 3 siempre me ha echado un poco para atrás, porque siempre se ha dicho que 3 es multitud y las multitudes nunca me han gustado.

Eso de que "1 ata y 2 desatan" en mi caso, como os conté en el post "Los segundos son otra historia" me pasó, pero 3 es otra cosa... yo eso de que 3 desata más, no lo he oído y si no hay un sabio dicho popular que exprese esto con el tercero, me temo que el tercero no libera sino secuestra.

Ya los frutitos tienen 6 y 3 años, luego el momento del tercero sería ahora, porque cuanto más mayores se hagan Manzanita y Melocotón, más nos costará volver a empezar. La libertad que te dan los niños más mayores, para salir, para entrar, para hacer mil planes, viajes más largos... el hecho de tener un bebé siempre te los limita.


Hasta que la Manzanita no cumplió 2 años, no pudimos hacer planes de ocio los 4 juntos, porque ella era demasiado pequeña, y obviamente la libertad de movimiento que te dan los niños "sin pañales" es pura calidad de vida. Luego el hecho de perder esto, me hace aún más reticente al tema de buscar el tercero.

Es cierto que hay veces, cuando veo a bebés o me percato de lo mayores que están ya mis frutitos, que pienso en que quizás sería bonito tener un tercero, un bebé siempre alegra una casa. A veces fantaseo con volver a tener aroma de bebé en villa frutitos, pero otras veces, la mayoría, me resisto a entregar nuestra libertad actual y la rutina diaria que tenemos como familia de 4.


Cada vez que sale el tema de convertirnos en familia numerosa tengo sentimientos encontrados que mantienen la balanza sin vencerse hacia ninguno de los 2 lados.

Por una parte, pienso que quizás sea egoísta robarles a mis hijos la posibilidad de compartir su vida con otro hermanito, pues yo tengo 3 hermanos y para mí es uno de los regalos más maravillosos que me han hecho mis padres. Les estoy muy agradecida de que me hayan permitido tener 3 hermanos, porque crecer junto a ellos ha sido muy enriquecedor, divertido y hoy, que ya no somos ningunos niños, ellos siguen siendo un pilar fundamental en mi vida y siempre que podemos intentamos reunirnos y mantener esa unión, que siempre hemos tenido, intacta. Sin duda tener hermanos es un auténtico tesoro y cuantos más, mayor es el tesoro.

Por otra parte, me angustia el hecho de tener que restar tiempo a ellos para dedicárselo a un tercero. Esto también me dio pena cuando nació Manzanita, pues ya entonces tuvimos que restar tiempo al Melocotón, pero cada vez que la bebé nos lo permitía todo el tiempo era para él. Ahora tendríamos que dividir ese tiempo que te deja un bebé en 2 y esto no me gusta nada, porque sé que me sentiría culpable, pues notaría que no les estoy correspondiendo como debería a ninguno de ellos.


Además ahora mismo, al ser dos es muy fácil compatibilizarlo entre nosotros, ya sabéis el típico "divide y vencerás", el frutipapá se encarga de uno y yo de otro cuando no se trata de un plan común. Si Manzanita tiene un cumple y el Melocotón partido de fútbol cada uno se va con uno y los dos pueden hacer sus actividades. También, cuando salimos es muy fácil tenerlos controlados, él se encarga de vigilar a uno y yo a otro, esto nos permite no estar como locos buscándolos y poder estar tranquilamente en cualquier sitio.

No obstante ya el Melocotón tiene 6, es más responsable y está siempre muy pendiente de su hermana, de que no se vaya corriendo a un lado u otro (porque ella sí que es un torbellino) y sé que con un tercero, que tendría ya 7 u 8, él tomaría ese papel de "hermano mayor responsable"... pero no sé si con esto bastaría, pues él seguirá siendo un niño que requiera nuestra atención en otros temas.


Bueno, pues eso... que el debate está abierto que no sabemos si saltar a la piscina y dejarnos llevar por el dicho popular de "Donde comen 2 comen 3" (por cierto muy cuestionable desde mi punto de vista) o plantarnos con nuestros 2 frutitos y seguir siendo la familia de 4 que tan bien nos está funcionando.

Se admiten consejos y os agradecería que compartierais con nosotros vuestra experiencia para ver si nos ayudáis a que la balanza gire hacia un lado u otro.