En villa frutitos siempre hemos jugado mucho con las pinzas de la ropa, desde que eran muy pequeñajos, pues los juegos con pinzas son muy favorables para desarrollar la coordinación psicomotora de los niños.
Los actividades con pinzas trabajan varias habilidades:
1. La motricidad fina, pues se requiere de la coordinación del pulgar y el índice para hacer el juego de abrir y cerrar la pinza.
2. La coordinación óculo-motora, pues el niño debe utilizar simultáneamente los ojos y las manos para llevar a cabo esta actividad.
3. La orientación espacial, se trata de una habilidad básica que ayudará a mejorar la lectura, la escritura y la memorización.
Como os he dicho en casa hemos jugado siempre con pinzas, desde que tenían 18 meses más o menos, dependiendo de la edad hemos ido variando los juegos y adaptándolos a sus nuevas etapas:
1. Cuando rondaban el año y medio los frutitos tuvieron sus primeras experiencias con los juegos con pinzas:
- Al principio cogíamos un bote grande o la propia cesta de las pinzas y ellos debían colocar las pinzas alrededor del bote o cesta. haciendo el juego de abrir y cerrar. Recuerdo que para esta actividad Manzanita fue muchísimo más resuelta que 3 años antes lo había sido el Melocotón, que mostraba mayor dificultad para hacer el juego pulgar/índice y tendía a ayudarse de la otra mano para abrir la pinza.
- Una vez superado el bote grande, hacíamos la misma actividad con sus vasos de agua o sus jarritas.
2. Un poco más mayores, en torno a los 2 años o 2 años y medio, cuando empezaron a estudiar los colores en la guardería, hacíamos juegos con las pinzas de colores y así mientras identificaban y repasaban los colores desarrollaban su coordinación psicomotora. Juegos con pinzas y colores hay mil versiones, pero os cuento las que más hacíamos nosotros:
- Poníamos trozos de cartulinas y ellos tenían que poner la pinza en la cartulina del mismo color.
- Otras veces en una cartulina o cartón blanco coloreábamos cuadraditos y ellos tenían que enganchar la pinza en la parte donde estaba el cuadradito del mismo color.
- Otra variedad era coger con las pinzas el color más parecido de todos los lapiceros de colores... y así mil más, que a las supermamás y superpapás creativ@s seguro que os vienen un millón de ideas a la cabeza.
3. Alrededor de los 3 años cuando ya empiezan a reconocer visualmente los números y a identificarlos con la cantidad que nos dicen hay también muchísimas variedades de juegos con pinzas, os pongo 2 pero hay muchas más:
- Poner cartulinas o cartoncillos con números y que el niño tenga que enganchar la cantidad de pinzas que se indica.
- Sacar piezas de dominó (o crearlas) y poner los números en las pinzas de madera y que el niño tenga que enganchar la pinza con el número correspondiente a la cantidad que se indica en la ficha de dominó.
Con esta edad también empiezan sus primeros coqueteos con las letras y con las pinzas hay también muchos juegos que afianzan estos conocimientos, por ejemplo éste:
- Cogemos dibujos o como en nuestro caso piezas de puzzles con imágenes (de esos puzzles que vienen los dibujos para unirlos con las letras por la que empiezan, pero en esta ocasión no hacemos el puzzle ni cogemos las letras, solo las imágenes) también podéis hacer los dibujos vosotr@s en cartulinas y los niños tienen que poner las pinzas con la consonante o vocal escrita (en minúscula en un lateral y mayúsculas en otro) por la que empiece el dibujo.
A partir de 4 años ya este tipo de juegos los tienen superados y es cuando empezamos a hacer manualidades con las pinzas (hay algunas sencillas que se pueden hacer con 3 años y pico). Se pueden hacer millones y millones, podéis encontrar ideas en pinterest, en blogs... y también en libros molones como éste que nos compramos en Imaginarium "Jugando con pinzas" de José Antonio Carretero, con juegos recomendados para niños de 4 a 8 años.
La Manzanita tiene 3 años y medio y sigue jugando con los números y letras en las pinzas, pero también le encanta hacer manualidades, así que no dudó en sumarse a hacer una de las que nos presenta este libro. Para que ella lo pudiese hacer sin problemas el Melocotón decidió empezar por una fácil, "el sol".
Para esta manualidad solo necesitáis: cartón, pinzas, acuarelas, ojitos de esos que se pegan (en nuestra versión, pues lo tuneamos un poco y botones en la del libro), un trocito de cartulina rojo para hacer la boquita (en el libro usa regaliz, pero esto a mí no me convencía pues temía que acabase en la boca de los frutitos en vez de en el sol), tijeras y pegamento.
- Cada uno de ellos hizo un círculo en el cartón (bueno Manzanita hizo dos porque quería una madre y su hijito, así que hizo uno enorme y uno pequeñito que le hizo su hermano).
- Lo recortaron (la Manzanita ha aprendido a recortar este año y a todas horas quiere jugar a recortar) lo pintaron con acuarelas y lo dejaron que se secar.
- Colorearon las pinzas con las acuarelas y las pusieron a secar.
- Hicieron las boquitas en las cartulinas y las recortaron.
- Pegaron los ojitos y boquitas en los círculos y luego colocaron los rayos. (Manzanita no quiso colocar rayos al "hijito" porque era muy pequeño y no los podía cargar, ¡Jajaja!)
Y así es como les quedaron:
Ahora que llegan las vacaciones, iremos haciendo las manualidades con pinzas que nos propone el libro y os compartiremos nuestras versiones "tuneadas".
¡A jugar con pinzas!