El sábado por la mañana estuve en un cumpleaños de un amiguito de la Manzanita y una de las mamás de otro amiguito es una de esas valientes que está esperando el tercer hijo (yo aún estoy pensándolo, depende del día me animo o todo lo contrario, pero lo que está claro es que tienes que ser valiente para embarcarte en la trimaternidad).
Pues bien, esta mamá en pocos días será una feliz trimamá, en esta ocasión de una niña, los dos mayores son niños. A raíz de esto estuvimos hablando del hecho de heredar la ropa del hermano cuando hay cambio de sexo. Otra de las mamás que tiene niña y luego niño, nos contaba que ella compraba la ropa lo más unisex posible para que el niño pudiese heredar camisas, camisetas, pantalones y todo lo posible de su hermana. Esto me parece una maravillosa opción si te gusta ese estilo menos definido. En mi caso soy un poco más "repipi" y me gusta la ropa muy de niña, por tanto que la Manzanita herede la ropa del Melocotón tal cual, no lo contemplo como una opción.
Aunque os confieso que antes de que naciese la frutita en el momento "síndrome del nido" saqué y lavé absolutamente toda la ropa del Melocotón para que la heredara su hermana, aunque también es verdad que compré muchas cositas nuevas muy "de niña", vestidos, prendas rosas, muy rosas... (sé que esto tiene grandes detractores, pero yo soy cursi, coqueta y adoro el rosa, matadme por ello pero, lo siento, soy así). En fin a lo que iba, que aunque tenía todo preparado para que la Manzanita heredara el armario completo de su hermano, a la hora de la verdad solo le puse bodys y pijamas (eso sí, de esto no compré nada de nada), el resto de cosas las saqué alguna vez y se las ponía, pero la veía tan tan "chicote" que no me gustaba nada (que hay quién le gusta, pero yo soy anti-chicote, quien me conoce lo sabe y llevar a mi hija así... no podía...) así que terminaba guardando la ropa de nuevo en el armario.
Hasta que un día lo quité todo de ahí y lo bajé al trastero, solo estaba ocupando espacio tontamente. Excepto varias cositas que customicé sin hilo y aguja, por supuesto, porque yo no sé coser (sí soy así, ni coser, ni cocinar... vamos lo que diría mi abuela una mujer de su casa hecha y derecha, ¡Jajaja! Gracias a dios los tiempos han cambiado):
Hasta que un día lo quité todo de ahí y lo bajé al trastero, solo estaba ocupando espacio tontamente. Excepto varias cositas que customicé sin hilo y aguja, por supuesto, porque yo no sé coser (sí soy así, ni coser, ni cocinar... vamos lo que diría mi abuela una mujer de su casa hecha y derecha, ¡Jajaja! Gracias a dios los tiempos han cambiado):
- Un peto y unos pantalones vaqueros. Para customizarlos compré parches de dibujos de niña en amazon (que hay mil modelos distintos) de esos que se pegan con la plancha en un momento, como los que podéis ver en estas fotos. Y la verdad es que quedaron graciosísimos y no parecían el mismo peto y pantalón que había llevado antes el Melocotón.
- Una cazadora vaquera que customicé poniéndole pins y chapitas molonas. Además me compré varias y según el modelito del día los íbamos cambiando. Estaba tan orgullosa de mi cazadora personalizada para cada día, que esto lo he seguido haciendo con las cazadoras vaqueras del Melocotón que han pasado después por la Manzanita. Por ejemplo el otro día llevó esta cazadora heredada de su hermano y customizada para ella. Ahora ya es ella quién elije las chapas y pins que quiere llevar cada día.
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¡Feliz miércoles a todos! Y a la mamá del amiguito de Manzanita, a punto de tener a su nueva hija que ha sido quién me ha inspirado esta entrada (que sé que me lee), mucha suerte, todo va a salir genial. ¡Muy pronto seréis una preciosa familia de 5!
¡Sed felices!
¡Sed felices!